Sanchez Cerén no quiere debatir, afirma que no mira en un futuro cercano participar en un debate presidencial con sus demás contendientes. Por el momento argumenta, su agenda está enfocada en realizar un constante diálogo con la población.
La verdad es que Sánchez Cerén no quiere debatir porque no tiene la capacidad para expresarse en publico, ahora los asesores le han dicho que hable lento y que piense sus palabras antes de hablar porque parece que a veces se le desconecta el cerebro con la boca y hace varias metidas de pata.
Debatir en público y hacer propuestas concretas, ayuda a la población a conocer más a los candidatos y elegir al idóneo; es cierto que el debatir no lo es todo, pero dice mucho de una persona que quiere optar por la silla presidencial. Ya hemos tenido suficiente mediocridad y esta es una buena manera de empezar a escoger lo mejor que el país puede ofrecer. El profesor debería de ser el primero en debatir, ya que se supone es un hombre educado y sabe lo que quiere, pero no sé si sus camaradas que lo conocen mejor, crean que sería un desastre y podrían poner en riesgo cualquier oportunidad que tengan de ganar la presidencia. Se nota que no le tienen mucha confianza a sus habilidades, entonces ¿por qué nosotros si?.
Me decepciona Sánchez Cerén, al no querer debatir, mientras no tengamos un debate entre los candidatos a la presidencia estaremos bajo campañas de populismo (copAlba) de ofrecer lo habido y por haber.
